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5 jun 2013

Parques nacionales y ecoturismo: unos retos

Tomado de El Espectador


Ante las recientes movidas del Ministerio del Medio Ambiente y Desarrollo Sostenible, la pregunta es sólo una: ¿quedó prohibido el ecoturismo en los parques nacionales? La respuesta, también es en singular: no.


La reciente decisión del Ministerio con Parques Nacionales de Colombia aclara la confusión presentada en el debate sobre el Parque Nacional Tayrona. Lo que en interpretación de algunos ya estaba prohibido —la construcción e infraestructura hotelera dentro de los parques— ha quedado definitivamente excluido de la política de conservación de estas áreas protegidas de carácter público.
Porque son áreas de conservación y cualquier actividad queda supeditada a este fin principal. La decisión, que retoma las sendas originales la naturaleza y carácter de los parques nacionales naturales, trae retos mayores y algunas oportunidades.
El primer gran reto es la gestión eficaz de estas áreas protegidas. La degradación de los sitios de uso público en los parques no podrá ser usada más como atajo para terminar legalizando los predios privados dentro de los parques. Que el sector privado conserva mejor los ecosistemas que el Estado en estas áreas protegidas, dicen unos. Pero el argumento se sale del debate cuando los fines principales de las áreas protegidas públicas y nacionales han quedado ratificados.
El segundo gran reto es la urgente necesidad de la aclaración de la propiedad privada dentro de los parques y la expropiación de los predios mal habidos. Se esperan en este tema decisiones sobre el Tayrona. Es asunto de justicia elemental para los propietarios legales y para la ciudadanía en general (sobre todo), que no perderá parte del patrimonio de todos por una deficiencia administrativa o por corrupción.
El tercer reto que identificamos es la necesidad de reforzar una política de uso público en los parques nacionales naturales, que en otra época tuvo mayor énfasis. Los parques nacionales deben contar con centros de visitantes, senderos e infraestructura de interpretación, de calidad. No se explica como, por ejemplo, el parque Chingaza, que sustenta la multimillonaria provisión de agua para la capital, sigue recibiendo visitantes en la peligrosa y fea infraestructura heredada de la obra de la represa. Toda una vergüenza que contrasta con el espléndido páramo en recuperación.
El cuarto reto, que es a su vez una oportunidad, es sobre el papel de los parques en el desarrollo regional. En las regiones habitadas los parques nacionales pueden ser el epicentro de destinos turísticos que incluyen otras reservas naturales, públicas y privadas, además de destinos culturales. La gran oportunidad es que, por ejemplo, Santa Marta se consolide como el destino, con numerosos productos ecoturísticos en los parques nacionales de Salamanca, Tayrona y Sierra Nevada, así como las reservas privadas.
En fin, una vez aclaradas las cosas por su nombre y significado, podría el Gobierno Nacional, definir concesiones ecoturísticas de conservación para el sector privado con ganas de participar en la conservación. Toda una frontera para explorar en zonas apartadas, en donde, con la debida reglamentación, podrían crearse los soñados paraísos, contribuyendo a la economía y a la conservación.
En cuestión de ecoturismo hay campo para todos. A condición de que haya definiciones y reglas claras. Bienvenida la decisión del Gobierno Nacional.

5 mar 2013

Sin recursos para la conservación


Tomado de El Espectador

Aunque el Sistema de Parques Nacionales abarca cerca del 13% del territorio del país, el Gobierno lo sostiene con mucho menos del 1% del presupuesto nacional.

El agua que toma el 70% de los bogotanos llega a la ciudad desde el Parque Nacional Chingaza. Más al sur, el equilibrio ambiental del corazón del Amazonas depende en buena medida de la conservación del Parque Nacional Chiribiquete. La lista se podría continuar y es larga: en este momento el país tiene 56 áreas protegidas distribuidas desde el Amazonas hasta los Andes y el Caribe.

Con más de 12 millones de hectáreas, el Sistema Nacional de Parques Nacionales abarca poco más del 12% del territorio nacional. Sin embargo, la falta de recursos es hoy una de sus mayores limitantes. Aunque este año el presupuesto nacional asciende a $187 billones, para el sector ambiental los recursos no llegan al 1%, y el Sistema de Parques Nacionales es uno de los más afectados. Debido a que los recursos destinados para él son de apenas $56.000 millones este año, Julia Miranda, su directora, asegura que el déficit es de $151.000 millones. Sin este presupuesto será muy difícil cumplir la tarea de conservación y lograr, por ejemplo, nuevas declaratorias de zonas protegidas en lugares como la Orinoquia.

A esto se suma que el sistema requiere 1.214 funcionarios, pero en este momento tiene 584. Eso explica por qué en lugares como el Parque Chiribiquete, a cada funcionario le corresponden 213.000 hectáreas. En palabras de Miranda, “si el Gobierno valorara lo que proveen estos parques, debería dar los recursos económicos necesarios para hacer posible su conservación”.

5 ene 2013

Carta de Arrecifes S.A.S a El Espectador


Bogotá, Enero 4 de 2013


Señores
El Espectador 

FIDEL CANO 
Bogotá

Señor Director,

Muy apropiado el artículo de Viviana Londoño del pasado 30 de diciembre sobre las protestas ambientales en todo el país, porque plantea interrogantes que están por responderse. En nuestro caso, como promotores del desarrollo ecoturístico Six Senses en un sector del Parque Tayrona, debemos hacer varias precisiones.

Es muy importante subrayar que no ha habido ninguna protesta social, ni manifestaciones o marchas, alrededor del proyecto Six Senses Tayrona. Si hay un debate entre algunos columnistas y blogueros sobre el alcance de este desarrollo ecoturístico a raíz de información errónea que circuló en el pasado.

Es injusto incluir un proyecto de ecoturismo sostenible en el mismo paquete de desarrollos mineros y energéticos, como si sus impactos ambientales fueran equiparables. en nuestro caso el propósito es contribuir a la conservación del Parque, a través de la concientización educación y sensibilización de los turistas que ingresarían a Six Senses Tayrona. Apoyaremos y trabajaremos en la recuperación de ecosistemas como el bosque seco tropical en la zona donde desapareció y como parte de los objetivos.

Frente a las comunidades involucradas, indígenas y campesinas, hemos adelantado un proceso de socialización que incluyó varias visitas a Mamos y autoridades de tres comunidades indígenas: Koguis, Arhuacos y Wiwas hemos coincidido en la necesidad de conservar el Parque para nuestra y futuras generaciones y en el respeto a su cultura milenaria. Firmamos un acuerdo con estos propósitos. Los kankuamos no han asistido a esas reuniones, por decisión interna de las otras tres comunidades que nosotros hemos respetado.

Por último, señor Director, nuestro proyecto respeta y cumple con todas las normas ambientales y legales del país, que son las que promueven el desarrollo del ecoturismo sostenible en los Parques Nacionales Naturales, como una estrategia eficaz de protegerlos y conservarlos, generando desarrollo sostenible para las comunidades locales.

Como usted ve, es inapropiado incluir en el mismo paquete a proyectos que protegen y recuperan el ambiente con otros que generan altos costos ambientales a pesar de sus beneficios. De hecho, y gracias en parte a los videos que difundimos sobre el impacto de la avalancha de turistas en alta temporada al Parque Tayrona,las autoridades ambientales tomaron nuevas medidas para organizar este turismo y reducir su impacto en los ecosistemas.

Cordialmente,

Claudia Dávila Zúñiga 
Representante Legal 
Arrecifes S.A.S